Una año más hemos llegado al verano. Esa época en la que, quizá más que en Año Nuevo, nos proponemos revisar lo que estamos haciendo gracias a la perspectiva que nos dan las vacaciones.
Pasada ya la primera mitad, nos planteamos qué hacer en la segunda. Hay 6 meses por delante. ¿Qué vamos a hacer de otra forma? ¿Qué seguiremos haciendo igual, básicamente porque funciona? Y. la pregunta más jugosa: ¿qué debería dejar de hacer?
Da igual que te vayas al campo, a la sierra, a la playa o te marques un staycation porque no tienes otra. O igual te toca trabajar: cuando pedimos un café, alguien está trabajando para que lo podamos disfrutar. El caso es que, en la mayor parte de las personas, el ritmo del día es diferente al del resto del año.
Por mi parte hay cosas que tengo claras. Por un lado, seguiré con mi actividad profesional como consultor estratégico de empresas que quieran orientarse al futuro. Tuve la suerte de ser mentor en el aceleradora de startups tecnológicas en Wayra, del grupo Telefónica; lo que ahí aprendí de las más de 100 empresas no tiene precio.
La otra gran enseñanza es que me he dado cuenta de que aguantamos demasiadas cosas. De familiares, amigos, conocidos, colegas de trabajo, la política y de la sociedad en general. Veo a demasiadas personas agobiadas por las presiones y expectativas externas que, fríamente, no hay por qué soportar. Por esa razón (y para echarnos unas risas y de paso vender alguna camiseta para cubrir los gastos del proyecto), he sacado el ATPC Attitude Club. Siendo ATPC eso que exclamamos cuando estamos hartos de algo -pero en fino. Te invito a que te pases por la Chillerteca y veas cómo recuperar tu paz mental y tu libertad de tomar decisiones. Verás vídeos y artículos que explican lo sano que es mandar ATPC a cierta gente y situaciones.
Y poco más. ¡Nos vemos en los pop-ups en septiembre!
Alberto
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