Una vez más hemos llegado al verano.
Estamos pasando un año atípico desde muchos puntos de vista. La invasión rusa de Ucrania sigue y da la impresión que la guerra va para largo. Crece la violencia en muchos países cercanos -véase Francia. Parece que estamos ante situaciones que son a la vez consecuencia de muchos cambios y causa de otros. Se habla de nuevos equilibrios económicos mundiales, de tecnologías disruptivas como ChatGPT y sus primos, de nuevas formas de entender la empresa y la sociedad.
Además, en España tenemos año electoral con dos convocatorias de elecciones. La segunda, las generales, en medio del verano. La incertidumbre que hemos estado viendo crecer desde las distintas crisis económicas, el Covid y los distintos conflictos en el mundo no hacen sino empujar a mucha gente a repensar lo que hace con su trabajo y con su vida.
Pensar en todo ello está bien. Siempre, claro, que no nos pasemos y se nos caliente aún más la cabeza. Y quienes vean reducido su ritmo de trabajo por la temporada veraniega tienen una perfecta ocasión.
Recordemos que hay tres esferas en nuestra interacción con la vida:
- esa en la que tengo control
- esa en la que no tengo control pero sí algo de influencia
- el resto, en donde no tengo control ni influencia.
Trabaja en la primera, piensa en cómo aprovechar la segunda, y no te agobies por la tercera.
¡Feliz verano y nos vemos en septiembre!
Alberto
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